Culturalmente, en España, parece que está mal visto o tenemos miedo de que al solicitar la ayuda de un profesional, piensen de nosotros que tenemos un problema de inseguridad, que no somos lo suficientemente maduros, que padecemos alguna carencia a nivel psicológico o que no somos “normales”, y sin embargo, ¡¡¡¡qué equivocados estamos!!!!!!!!!!
Si desde que fuéramos adolescentes, ya fuera, nosotros mismos o nuestros padres, hubieran tomado la decisión de contar con un profesional que hubiera trabajado nuestro desarrollo emocional, nuestro mundo estaría lleno de personas más felices, más satisfechas y realizadas.
Lo importante, es que nunca es tarde para empezar a contar con ayuda….